Únete a nosotros para disfrutar de una cena inolvidable en Nueva York

Castell recupera el espíritu de las coctelerías clásicas, con especial énfasis en los martinis. Ya sea agitada, mezclada, turbia, seca, original o simplemente clásica, este lounge de azotea en Nueva York te preparará tu copa y creará tu experiencia. El mejor servicio mejora aún más la experiencia en medio de una decoración contemporánea realzada por el icónico horizonte de la ciudad. Castell presenta múltiples encarnaciones de martinis, con opciones de ginebra o vodka complementadas con perfiles y guarniciones específicamente adaptadas a la bebida que se desea tomar. Otras bebidas se organizan en el menú según el estilo: mezclado, agitado, vaso alto, formato grande; con clásicos como un Manhattan ahumado, un Margarita Cadillac, el emblemático AC GinTonic y un Paloma de pomelo salado, un guiño a la herencia española del hotel.

Con asientos altos en todo el local, la energía del bar fluye por el comedor de 100 plazas situado entre la barra y la cocina abierta. El mostrador de mármol que rodea 3 lados de la cocina ofrece a los 24 comensales una vista perfecta de un asador de 6 barras que hace girar cochinillos enteros y de los chefs que asan sobre la plancha y la parrilla, verduras del mercado, mariscos recién pescados y chorizo de la casa. La cabina del chef, situada a la derecha de la barra de la cocina, ofrece una vista privilegiada de la acción en un entorno más íntimo para cenas de 6 a 8 comensales. Algo único en este lugar es el comedor privado que comparte el borde izquierdo del mostrador de la cocina. Una ventana de cristal en acordeón puede dejarse abierta para permitir la interacción entre los comensales y los chefs para demostraciones, clases de cocina y cenas en el mostrador o puede cerrarse para asuntos más privados de cenas o cócteles formales.